Gobernador y diputados de Tamaulipas: ¿Quiénes están realmente detrás del control de las COMAPAs?
-El gobernador Américo Villarreal y los diputados locales pretenden centralizar el poder en los organismos operadores de agua, contradiciendo su propio discurso. ¿Qué más se está cocinando a puerta cerrada?
Por: Martín Juárez Torres
Ciudad Victoria, Tamaulipas.-El día de ayer, el diputado local Humberto Prieto Herrera intentó suavizar la reciente reforma aprobada en el Congreso de Tamaulipas, asegurando que el Estado no tomará control total de los organismos operadores del agua (COMAPAs). Según Prieto, lo único que se buscó fue incrementar la participación de los legisladores en los Consejos de Administración de estos organismos, con el argumento de que los diputados «son los que andan en territorio y conocen las necesidades de la gente».
Pero la realidad pinta un panorama completamente diferente. Lo que los diputados de Morena, liderados por Prieto Herrera, han hecho junto al gobernador Américo Villarreal y su Secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social, Raúl Quiroga Álvarez, es mucho más grave. Con la nueva reforma, el titular de esta Secretaría se adjudica la presidencia de los Consejos de Administración de las COMAPAs, otorgándose también la facultad de proponer y nombrar al gerente y a todos los directivos.
Es decir, con esta reforma, el gobierno estatal toma control efectivo de las COMAPAs, arrebatándoles a los municipios una de las pocas herramientas con las que contaban para gestionar sus propios recursos hídricos. Esto es un golpe directo a la autonomía municipal y, en consecuencia, una grave violación a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El diputado Prieto intenta justificar la reforma diciendo que más diputados en los Consejos de Administración significa «mejores decisiones», pero no menciona que esta movida centraliza el poder en el Ejecutivo estatal, bajo la excusa de «mejorar el funcionamiento de las COMAPAs». Es imposible no cuestionarse, ¿qué más estarán planeando en lo oscurito?
Además, en una entidad donde el 90% de la población no vive en la capital, esta centralización es un error estratégico. El control que ahora asume el gobierno estatal podría derivar en la manipulación de recursos para asegurar la sucesión política que le convenga al gobernador Villarreal.
El gobernador y sus aliados legislativos están jugando un peligroso juego de poder, atacando a los ayuntamientos en una maniobra que claramente tiene fines políticos más que de mejora pública. Esto no solo erosiona la confianza en sus instituciones, sino que también plantea la pregunta: ¿qué otros movimientos estarán preparando para consolidar su control absoluto en Tamaulipas?
Es hora de que los ciudadanos exijan transparencia y se mantengan alerta ante estas jugadas políticas que, bajo la fachada de «mejores decisiones», no son más que estrategias de control y poder.