¿Migrar ya es un delito?
En Voz Alta/ Gastón Mongue.
La tragedia que ocurrió hace unos días en ciudad Juárez, México, prendió las alertas no solo en el país sino en gran parte del mundo, debido a la forma en que 39 migrantes de varias naciones latinoamericanas perdieron la vida en un lugar en donde se presume deberían recibir atención, información y apoyo para continuar su viaje hacia Estados Unidos, o regresar a sus países de origen. Pero la muerte se les adelantó, y hasta el momento no se sabe a quién o a quienes se les cobrará la factura, porque nadie se hace responsable directo, aún no.
En este contexto de la movilidad forzada de personas, obligada por situaciones tan diversas como complejas, los migrantes que huyen de sus países de origen, además de enfrentar los peligros de un éxodo de mucho riesgo en donde algunos han perdido la vida, otros han sido secuestrados, vejados y extorsionados, a partir del 11 de mayo se enfrentarán a otra disyuntiva que hará más peligroso su peregrinar por tierras aztecas.
Ese día termina la vigencia del nefasto Título 42, un programa que en la práctica ha resultado atentatorio de los derechos humanos de los migrantes; cederá su lugar al Título 8, programa igual o peor porque éste facultará a todos los cuerpos de seguridad federal, estatal y municipal, para detener y deportar de inmediato sin ningún argumento de defensa ni abogados, a los migrantes que hayan ingresado de manera irregular y que no hayan tramitado un permiso bajo el programa CBP One.
Será rápido, expedito y más barato…porque serán deportados a México hasta 30 mil al mes a partir del 6 de enero.
A estas nuevas restricciones migratorias se suma México con el endurecimiento de su política migratoria a través de dependencias y organismos cuyos integrantes no están capacitados para atender un fenómeno que a todas luces ya rebasó a los gobiernos de los países expulsores al igual que a los receptores, como son México y Estados Unidos, y que amenaza con provocar una nueva crisis migratoria y humanitaria.
Lo ocurrido en Juárez esta semana ya se veía venir, pero nadie hizo nada para utilizar los mecanismos preventivos necesarios y evitar esta tragedia que ya manchó a México ante el mundo al sacar a flote una política migratoria ineficiente, deficiente, caduca, inoperante y totalmente atentatoria contra los derechos de las personas en tránsito en este país.
Se vio que los elementos del Instituto Nacional de Migración, más que servidores públicos, actúan como policías antimotines, y hacen lo mismo en el sur del país, en su tránsito, y al llegar a la frontera norte, en donde ya hay miles de ellos, hacinados en barracas, en las calles y, los más afortunados pagando cuartos comunitarios de hotel.
Estas 39 muertes pudieron evitarse desde hace mucho, y si bien es cierto que en el INM la corrupción, el abuso y la extorsión son una práctica común en estas cárceles y centros de detención arbitraria desde que Carlos Salinas de Gortari creó este organismo, el actual gobierno cuenta con el conocimiento y las herramientas suficientes como para que desde antes estos lugares y quienes los operan, hicieran bien las cosas, pero ahora tratan de echar culpas ajenas cuando el gobierno federal debe asumir la responsabilidad que le corresponde, porque la tragedia ocurrió en un recinto federal, no en uno privado ni en los que administran religiosos. Pero ahora echan culpas al viento.
Ante esta realidad surgen varias preguntas: ¿Renunciará Francisco Garduño, titular nacional del INM? ¿Será llamado a cuentas el cónsul de Nicaragua, propietario de la empresa privada de seguridad que opera el INM Juárez? ¿Por qué Morena no quiere que Ebrard y Adán Augusto comparezcan en el Congreso para explicar su relación con el INM?
El empeño del presidente López Obrador en proteger a sus alfiles, es evidente, tan evidente como que esta tragedia no se puede ya tapar con un dedo. Hay 8 posibles responsables; dos elementos federales, uno estatal, cinco guardias empleados del cónsul y un presunto migrante que dicen fue el que originó el fuego…pero no aparece por ningún lado, y lo más seguro es que nunca aparecerá porque se llevará consigo la culpa ajena y la responsabilidad que hasta el momento nadie quiere asumir.
Pese a todo, el presidente López Obrador, en su visita a Ciudad Juárez este viernes, fue increpado por decenas de migrantes que le gritaban justicia, justicia, al tiempo que le decían que son seres humanos y que merecen respeto, sin duda argumentos muy válidos a los que el mandatario deberá responder con acciones y con sanciones contra los responsables directos de esta tragedia.
Si no se lleva a cabo una reforma migratoria integral, más humana y menos politizada, nuevas tragedias seguirán manchando la vestimenta de funcionarios y dependencias encargadas de este delicado asunto, y como ya ocurre, nuevas culpas surgirán mientras miles de migrantes llegan a nuestro país en busca de mejores oportunidades de vida, mientras esperan la ocasión para ingresar al vecino país.
Sin embargo, pese a que la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez haya ordenado el cierre definitivo de la estación migratoria de Juárez, además de rescindir los contratos a la empresa privada del cónsul de NIcaragua, con ello los 39 migrantes muertos no resucitarán porque de nada vale tapar el pozo después de haberse ahogado el niño. A raíz de este lamentable acontecimiento ahora todos en el gobierno rezan la misma tonadita: “Todos somos migrantes”.¿O usted qué piensa estimado lector?
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En INE ya tiene presidente del Consejo; se llama Guadalupe Taddei Zavala, cargo que obtuvo mediante la insaculación o sorteo, y es una de las dos consejeras que a partir del próximo martes sustituirán a los cuatro consejeros que dejarán sus cargos, entre ellos Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama; los otros dos son hombres y se integrarán a los restantes consejeros, pero de todos,tres son afines a Morena.
Pese a su afinidad partidista y pese a que la nueva presidenta tiene a 9 familiares directos en cargos gubernamentales con estupendos salarios, se defendió al decir que su familia es multicolor. Ojalá que cuando tenga la responsabilidad en el INE no sea multicolor y trabaje de manera imparcial y en apego a la constitucionalidad de este organismo, en defensa de la democracia y de la autonomía del INE, ojalá así sea aunque el presidente AMLO la defienda y diga que es ‘honesta e incapaz de actuar como el presidente saliente, Lorenzo Córdoba (sic)’’.
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Dicen por ahí que las encuestas sirven a quienes las pagan, y que sus resultados estarán orientados a los intereses del que las manda hacer. Así ha ocurrido y así ocurrirá siempre porque las casas encuestadoras ven como un filón de oro a los aparatos gubernamentales que los contratan para orientar a la opinión pública en tiempos electorales, salvo cuando se trabaja bien y cuando hay resultados.
Llama la atención que en esta frontera la generación de empleos rebase las expectativas de quienes los buscan, porque de que hay trabajo, lo hay, solo que quienes no quieren trabajar nunca lo van a encontrar.
Como ejemplo está la Feria del Empleo que la semana pasada se realizó en la ciudad, promovida por el gobierno municipal. Dos mil vacantes se ofrecieron, y dos mil vacantes se ocuparon, pero de los 12 mil nuevos empleos generados el año pasado, todos están trabajando, y solo el 15 restante de ese total fue rotativo, lo que coloca a Nuevo Laredo en un primer sitio en creación de empleos, con casi cero desempleo, solo el 1.6 por ciento.
Sin embargo, no es suficiente, la alcaldesa Carmen Lilia debe hacer un mayor esfuerzo para colocar a esta ciudad no entre los primeros lugares en ambos rubros, sino en la calidad de la mano de obra por ocupar, algo que sin duda valoran mucho las empresas especializadas en la ciencia y la tecnología. Solo así esta ciudad puede ser referente para la atracción de más empresas de alta tecnología y especialización, las que crearán condiciones para un mayor crecimiento económico y un desarrollo más sustentable, imán necesario para lograr el despegue definitivo en una región geográficamente estratégica para la instalación de este tipo de empresas y para el comercio internacional.
De tal modo, que si Carmen Lilia sigue haciendo bien las cosas, siempre orientado al beneficio de la sociedad, sin demasiados reflectores, sin demasiada adulación y siempre trabajando de la mano de la sociedad, es seguro que tendrá cerca la posibilidad de refrendar su mandato por otros tres años, y para ello no se requiere de encuestas ni de inversiones innecesarias. La fórmula está en saber gobernar, y en ella está el que lo haga bien
