NUEVO LAREDOPORTADATAMAULIPAS

Tormenta ‘desaloja’ a migrantes de la plaza Morelos

–La lluvia hizo lo que ninguna autoridad pudo.

Gastón Mongue Estrada.

Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Habían soportado el intenso calor del verano con temperaturas cercanas a los 50 grados centígrados, además de enfermedades durante los dos meses de su estancia en esta ciudad, pero la tormenta del martes los obligó a desalojar el lugar, y entre ráfagas de viento y golpes de agua, el improvisado campamento fue abandonado, y solo quedó la estructura metálica de lo que fue su hogar durante ese tiempo.

Bastaron solo minutos de lluvia para un desalojo no planeado: “Nos querían llevar a un refugio, pero no quisimos, y fue nuestra decisión quedarnos en el mismo lugar desde hace casi dos meses”, dijo un grupito de venezolanos que declinaron dar sus nombres.

Ninguno tuvo problemas en su trayecto hasta esta frontera, pero al llegar aquí ser quejaron de que las citas solicitadas a través del CBP One no se pueden tramitar, mientras que a otros extranjeros que apenas llegan de inmediato salen sus citas.

Fastidio, molestia, tristeza, dolor y esperanza son los sentimientos que se agolpan entre los escasos migrantes que quedaron en esta ya casi vacía plaza Morelos, pero aún confían en que de un momento a otro les llamen para agendar sus citas y tramitar la ansiada visa humanitaria en Estados Unidos.

Mencionaron que la comida no les falta, pero en cuanto a las citas, dicen que no hay respuesta por lo que piden ayuda para que agilicen los trámites, ya que dicen que hay migrantes que tiene hasta cuatro meses sin que se les haya notificado nada.

Cuando cayó la tormenta la tarde del martes, decenas de migrantes fueron acogidos por buenas personas que los llevaron a sus casas, otros se refugiaron en el área de urgencias del hospital del Imss; otros más fueron trasladados a unos albergues de la Diócesis de esta ciudad.

Desde las seis de la mañana del miércoles una cuadrilla de trabajadores de Parques y Jardines fue enviada para limpiar el lugar y desmantelar la estructura metálica que aún quedaba de pie, porque les dijeron que debería estar limpia cuanto antes.

“Nomás nos mandaron a limpiar este lugar, de todo lo que dejaron los migrantes, porque todo estaba mojado y ya no servía”, dijo uno de los trabajadores municipales mientras descansaba después de varias horas de trabajo en este lugar.

A diferencia de hace unos días, cuando decenas de migrantes llenaban este lugar, ahora luce casi vacío, solo unos cuantos que deambulan por el amplio espacio de esta plaza, murmurando su suerte y esperanzados en poder tramitar sus citas.

Lo que las autoridades no lograron lo hizo la tormenta del martes, al obligar a los migrantes venezolanos que desde hace dos meses se encontraban hacinados en la plaza Morelos de esta frontera, a abandonar este lugar inadecuado.

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