Después de Evergrande vendrán más quiebras
Por la Espiral/Claudia Luna Palencia
La semana del 22 de agosto, Evergrande se acogió a la protección por bancarrota de acuerdo con el Capítulo 15 de Estados Unidos para las empresas extranjeras que están en un proceso de reestructuración de acreedores, lo que provocó que el índice de referencia Hang Seng, de la Bolsa de Hong Kong, cayese un 2.1% y acumulase una pérdida del 20% con respecto del mes de enero pasado al ubicarse en los 17 mil 950 puntos.
La calificadora de riesgos norteamericana, JPMorgan, recomendó poner especial atención en los mercados emergentes y en sus respectivos sectores corporativos inmobiliarios de cara al cierre de año.
La crisis de deuda de China, provocada por el sector inmobiliario, está haciendo que los inversores se sientan bastante intranquilos al respecto del futuro inmediato de la segunda economía más grande del mundo.
En Wall Street ya se preguntan si lo de Evergrande será otro colapso al estilo de Lehman Brothers cuyo agujero financiero interno fue ocultado a las autoridades supervisoras y cuando ya no fue posible sostenerlo en el tiempo, su quiebra en 2008, fue tan solo el augurio de la crisis financiera que estaba desatándose en Estados Unidos y que terminaría contagiándose a Europa y a otras economías.
Evergrande también es un gran constructor y corporativo inmobiliario demasiado grande para dejarlo caer y la respuesta la tiene y la tendrá el gobierno chino de Xi Jinping y las maniobras que decidan hacer en los próximos días.
El escenario internacional abre otro frente de inestabilidad, volatilidad e incertidumbre, las tres palabras malditas para los inversores globales. Apenas el Fondo Monetario Internacional (FMI) había levantado las campanas al vuelo señalando que el PIB mundial durante el primer semestre del año se había comportado mejor de lo previsto y que la resiliencia mostrada por las economías emergentes estaba ayudando a la economía global.
El FMI había estimado para el mundo (antes de darse a conocer la bancarrota de Evergrande) un PIB del 3% para 2023; y en el caso de China de 5.2%, un pronóstico que podría complicarse si sucede un efecto de contagio y termina pinchando totalmente la burbuja inmobiliaria china.
El sector construcción es uno de los grandes pilares para la generación de la riqueza de los países por su capacidad de vertebrarse con muchos otros subsectores; por eso cuando sucede una quiebra que arrastra a otros corporativos puede terminar llevando a la recesión a una economía y el gobierno en cuestión necesitará implementar rescates financieros para frenar la sangría.
A COLACIÓN
¿Qué pasó con Evergrande? Su declive arreció en 2021 mientras el gobierno de Jinping imponía férreos confinamientos y prevaleció un enfoque a favor de controlar y cortar la expansión del Coronavirus que fue una de las principales prioridades del país más poblado del mundo.
La industria de la construcción se paralizó y los problemas solo cayeron uno detrás de otro como fichas de dominó: las viviendas vendidas no fueron entregadas; muchos proyectos inmobiliarios se quedaron a medio construir a pesar de las preventas; los precios de los alquileres subieron, así como el precio de las viviendas de segunda mano y muchos subsectores comenzaron a tener problemas de liquidez y los bancos frenaron los préstamos hipotecarios. El gobierno chino respondió restringiendo los programas de financiamiento a los desarrolladores inmobiliarios.
La montaña de deuda creció. Tan solo Evergrande acumuló pasivos por 300 millones de dólares y para finales de diciembre de 2021 dio su primer aviso con una ola de impagos. Hace unos días que se acogió a la bancarrota, reconoció 19 mil millones de dólares en deudas en el extranjero.
Los analistas estadounidenses creen que el corporativo inmobiliario chino, Country Garden, será el siguiente en caer; se trata de un emporio que da empleo a más de 300 mil personas y que ha reconocido que incumplió dos pagos de su deuda millonaria.
La calificadora de riesgos Moody´s no ha dudado en rebajar la calificación de Country Garden achacando que los problemas de liquidez de la multinacional china son más grandes de lo que reconoce. Si en septiembre incumple con su calendario de pagos, Moody´s avista que secundará a Evergrande en la bancarrota; por lo pronto, tiene la presión de reestructurar sus pagos por bonos, por un total de 535 millones de dólares.
Moody’s ha declarado anteriormente que el aumento de la cantidad de impagos de los promotores inmobiliarios ha elevado la tasa de préstamos morosos de los bancos chinos al 4.4% a finales del año pasado, frente al 1.9% en 2020. El sector inmobiliario de China es el rubro de activos más grande del mundo, con un valor estimado en 62 billones de dólares.
¿No puede Beijing simplemente rescatar a estas compañías? Es poco probable. Si bien Beijing ha hecho algunos esfuerzos para impulsar la demanda de viviendas y liberar efectivo, todo dependerá de las decisiones de Jinping.
¿Qué va a pasar con la economía china? Dentro de la economía china, la actividad del mercado inmobiliario genera el 30% de la riqueza del país y más de dos tercios de la riqueza de los hogares está vinculada con los bienes raíces. Lo que pasará es una desaceleración del gigante asiático…