Hay agua suficiente para el riego, pero este mes será crítico, advierten productores
Gastón Mongue Estrada.
Nuevo Laredo, Tamaulipas.-El plan de riego para los 16 ejidos de esta frontera ya está autorizados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), y se trata de 7.5 millones de metros cúbicos de agua del río Bravo, líquido que deberá ser aprovechado para cinco cultivos este año, mencionó José Manuel Silva Anguiano, jefe del módulo de usuarios 050.
Un segundo riego ya es aprovechado con esta agua, el que inició este primero de agosto, y servirá para humedecer la tierra debido a que el calor la mantiene muy seca y la tierra requiere de humedad para el cultivo de pastos perennes que alimenten al ganado.
Dijo Silva que agosto será el mes más crítico del año para los cultivos, por lo que esta agua es para garantizar la cosecha de pasto para el pastoreo del ganado, y para hacer pacas de pastura también para alimento de los semovientes, las que serán embodegado para pasar el invierno.
“En eso andamos ante las nulas precipitaciones en la región”, expresó el productor tras mencionar que para ello se requieren 1.2 millones de metros cúbicos de un total de 7.5 millones que les corresponden para cinco riegos en este año.
Otros dos riegos se aplicarán durante agosto y los primeros días de septiembre, cantidad de agua que dijo Silva es suficiente para las cosechas en esta región, pero añadió que los productores ansían que llegue septiembre, mes que tradicionalmente es de lluvias, aunque aún no se sabe si será lluvioso ese mes o con algo de sequía.
Nuevo Laredo cuenta con 16 ejidos, de los que solo dos son aptos para la siembra, y aunque hay agua suficiente, en ninguno se siembran hortalizas ni maíz, ya que debido a las condiciones del suelo solo los ejidos cercanos al río Bravo tienen la capacidad para sembrar semillas para pasto, que servirá de alimento para el ganado.
Sin embargo, algunos ganaderos se quejan de que la sequía motivada por la ausencia de lluvias, afecta el desarrollo de los hatos, porque algunos mueren por la falta de agua y otros por falta de alimento, al estar muy caro en el mercado, ya que una paca alimenta a dos vacas, y ya subieron de precio y no hay dinero entre los productores.
“De no llover pronto los abrevaderos y las presas que tenemos se secarán y el ganado comenzará a morir”, dijo un pequeño productor entrevistado.
Actualmente una vaca en buen estado de salud y de peso tiene un precio aproximado a los 20 mil pesos, pero debido a las condiciones en que se encuentran, son pocas las que se pueden vender a buen precio.