Incidente de Brownsville, un acto de racismo y de odio, dicen religiosos
Gastón Mongue.
Nuevo Laredo, Tamaulipas.-El obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo, Enrique Sánchez Martínez, al igual que la comunidad religiosa de México, la Congregación de los Misioneros de San Carlos Scalabrinianos, y la Red de Casas del Migrante Scalabrini, condenaron el incidente ocurrido la mañana del domingo en Brownsville, Texas, en donde 7 migrantes fallecieron al haber sido arrollados por un conductor, y ser un ‘posible acto de odio y de racismo’ en contra de mexicanos y latinos que buscan una mejor vida en Estados Unidos.
Dijo que Texas se ha caracterizado siempre por ser un Estadoantimigrante, y recordó los años en que a lo largo de la frontera, rancheros identificados como Minute Man cazaban a los migrantes como si fueran animales, ya que en este Estado es legal portar armas de todo tipo.
“Pero creo que esto no es nuevo, y si es con ese fin de rechazo a los migrantes, es un rechazo a la migración, un rechazo a la raza. Y eso es racismo, pero eso noes nuevo en Estados Unidos, un país de migrantes, y ojalá que esto haya sido solo un accidente, pero como se ve no lo fue, porque el conductor iba a cien millas por hora”, expresó el religioso.
La casa del migrante ‘Nazaret’ cuenta en este momento con 90 migrantes de diferentes nacionalidades, refugio que dijo está ya saturado, aunque el segundo albergue sería abierto en caso de que parte de las caravanas que se dirigen a la frontera norte de México, llegara a esta ciudad.
En municipios cercanos a Nuevo Laredo, como Matamoros, Reynosa y Piedras Negras, los refugios son insuficientes para brindar atención a los cientos de migrantes que han arribado recientemente, “pero en esta ciudad no se ha presentado este problema, porque llegan muy pocos”, dijo el sacerdote.
Consideró que este tipo de incidentes que ocurren en la víspera de la terminación del Título 42 el próximo jueves, un programa sanitario que es usado por la administración Biden como pretexto para la expulsión rápida de migrantes, es altamente significativo porque preocupa a los municipios receptores, por ser los que enfrentan este problema.
Durante la crisis de los migrantes haitianos ocurrida hace dos años, cuando arribaron a esta ciudad cerca de 7 mil ciudadanos de aquel país, motivado en parte por el asesinato de su presidente, Juvenal Möise, la Diócesis se vio en la necesidad de abrir más refugios para dar cabida a 600 personas, algunas sentadas en los patios y el estacionamiento adjunto al refugio hasta llegar a mil 200.