Buena respuesta de personas que acuden a entregar armas al módulo de Sedena
Gastón Mongue.
Nuevo Laredo, Tamaulipas.-A una semana de haber sido inaugurada la campaña de canje de armas de fuego por dinero, la respuesta de los ciudadanos ha sido aceptable en la entrega de armas de fuego de todo tipo y cartuchos, los que fueron canjeados por dinero y la entrega de algunos objetos útiles para el hogar, informaron oficiales instalados en el módulo de canje ubicado en la plaza Esteban Baca Calderón.
Este programa se lleva a cabo cada año, y en esta ocasión inició el lunes de la semana pasada con la participación del gobierno municipal, la Sedena y las pulgas Solidaridad e Infonavit, que donaron algunos utensilios para entregarlos a las personas.
En esta semana que lleva el programa, cada día acuden entre tres y cuatro personas, y de cada 10, al menos 8 son mujeres, y de acuerdo a lo oficiales responsables de atender este módulo, no se sabe la razón, aunque estiman que se debe a que la mujer es más responsable que los hombres, y acuden para entregar las armas para evitar riesgos en sus casas y accidentes entre sus hijos menores.
Armas de fuego, entre pistolas, rifles de cacería, cartuchos y pistolas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, son lo que se ha entregado en este módulo, pero de acuerdo a los oficiales, todas se encuentran en situación no apta para ser utilizadas, aunque luego de ser recibidas son destruidas frente a las personas que las entregan.
“Este programa es para que las personas que tengan armas en sus casas y deseen entregarlas, lo hagan sin ningún problema de ser investigados, ni preguntas de cómo las obtuvieron. Solo tienen que venir, entregarlas y son destruidas frente a ellos”, dijo uno de los oficiales.
En años anteriores la Cámara de Comercio había participado en este programa con la donación de algunos enseres domésticos que se entregaban a las personas de acuerdo al tipo de arma, calibre, estado físico y tamaño, pero ahora solo participan de manera voluntaria algunos locatarios de los mercados mencionados.
Se entrega dinero a las personas que acuden con sus armas, se revisan y se destruyen con un equipo de corte para metal, y los restos son trasladados al Cuartel militar para su custodia mientras se determina el lugar de envió.